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¿QUÉ HACER SI TU HIJO SUFRE ACOSO ESCOLAR?

En niños

Existen muchas señales que nos pueden ayudar a identificar si un niño está siendo afectado o es víctima de acoso escolar. Reconocer los signos de alarma es el primer paso para adoptar medidas al respecto.

Es importante tener una buena comunicación con los niños que muestran signos de haber sido intimidados o de que están intimidando a otros. Estas señales de advertencia también pueden apuntar a otros temas o problemas, como depresión o abuso de sustancias.

De acuerdo con las doctoras Bárbara Coloso y Annie de Acevedo, las siguientes son las principales señales de alerta. Si tu hijo presenta más de la mitad, es necesario hablar con él e indagar que está sucediendo:

Si usted como padre observa repetidamente que más de la mitad de estas señales están presentes en su hijo, puede concluir que es una posible víctima de acoso escolar. En estos casos es importante entender que a las víctimas por lo general les da miedo hablar, así que hay que crear un ambiente lleno de confianza para que ellos puedan expresarse o buscar ayuda profesional.

Resulta indispensable que los padres estemos muy atentos a señales como las mencionadas anteriormente, ya que a diario nos enteramos de niños que han sido golpeados, humillados o acosados por otros niños y creemos que estas cosas no le van a pasar a nuestros hijos, pero la verdad es que el bullying es más común de lo que creemos.

El hecho de que, de un tiempo para acá, nuestro hijo no quiera ir a la escuela o le cueste levantarse, suele ser indicio de se está presentando alguna situación desagradable que lo está atormentando.

Algunos niños que son víctimas de bullying canalizan su frustración y enojo hacia otras personas u objetos, como también se les puede ver tristes o extremadamente sensibles.

Podemos notar, desde temprana edad, si nuestro hijo se pone nervioso ante una persona, situación o conversación, y esto puede indicarnos que tiene temor a que algo le pueda pasar o a que alguien le pueda hacer daño.

Muchos niños, cuando son acosados o sufren por presiones de otras personas, tienden a dejar de hacer cosas que les gustan o, incluso, agregar a sus rutinas actividades que no van con su personalidad o forma de ser.

En muchas ocasiones, los niños acosados o maltratados esconden pertenencias que les han roto u ocultan partes de su cuerpo donde les han golpeado o de las que se burlan sus compañeros. Frente a esto, lo fundamental es demostrarle amor a nuestro hijo y brindarle confianza para que se sienta bien y pueda contarnos lo que le está sucediendo.