El tiempo de ocio es un bien altamente valorado y muy importante por su innegable valor terapéutico y los beneficios que conlleva para el bienestar integral de los seres humanos.

La forma como disponemos de nuestro tiempo libre para crecer y alcanzar nuestro desarrollo personal, el cuidado de nuestra salud y la diversión es lo que denominamos gestión del ocio. Y es que en la presente época, en medio de una sociedad globalizada, inundada de información y permanentes transformaciones, es una demanda imperiosa que gestionemos en forma apropiada nuestro tiempo, incluyendo el que tenemos libre.

Nadie discute en la actualidad el papel fundamental que el ocio juega en el bienestar individual y colectivo. Resulta normal que luego de una jornada o temporada de labores agotadora, nosotros como nuestros hijos busquemos solo disfrutar, relajarnos, cambiar de rutina.

Si nuestros niños son pequeños, no tenemos ninguna excusa para dejarlos solos en ningún lugar ni en ningún momento, aunque sean vacaciones. Debemos ser muy cuidadosos. Hay niños que pasan su tiempo libre encerrados en su cuarto con los videojuegos o la Internet, o jugando con los hijos de un vecino sin ninguna supervisión.

Si bien es fundamental gestionar el tiempo, no podemos confundir esto con una programación rígida e inflexible de nuestras actividades de esparcimiento y descanso. Todo exceso es perjudicial, decimos con frecuencia.

Este riesgo está presente en las familias que año tras año visitan los mismos lugares, frecuentan a las mismas personas y realizan las mismas actividades durante su tiempo de ocio.

Se suele hablar de dos clases de ocio complementarios entre sí: el ocio de diversión y el ocio de satisfacción. El primero está en gran parte, en manos de la industria del ocio y está asociado a la práctica consumista. Es un mercado que gobierna los parques de diversión, los restaurantes, las salas de cine donde se proyectan las películas de estreno, etc.

Es claro que no todos pensamos de la misma forma sobre lo que significa aprovechar el tiempo libre ni de lo que es placentero y divertido. Por eso, no es de extrañar que las actividades con las que se asocia dicho tiempo obedezcan a un parámetro individual, de manera que lo que para una persona puede ser una actividad apropiada para este tiempo puede no serlo para otra.

Dar una vuelta a pie o en bicicleta por el barrio, la ciudad o un parque cercano, un zoológico o un parque natural.

Hacer un paseo familiar al campo, o un “paseo de olla” o un picnic y disfrutar de la compañía mutua.

El uso que en la actualidad le damos a las nuevas tecnologías puede favorecer o poner en riesgo nuestros espacios de ocio y descanso. A los padres nos conviene conocer las razones de lo uno y lo otro, con el fin de establecer cuál es la tendencia en nuestro hogar y determinar la mejor estrategia para mantener el equilibrio.

Debemos enseñarles, desde pequeños, a respetar los contenidos que consideramos apropiados y el horario que les demos para ver la televisión y jugar en el computador o divertirse con otros dispositivos.

Normalmente, los padres reconocemos que tenemos dificultad o para encontrar el tiempo o para realmente disfrutar de ese tiempo con nuestra familia. Tenemos muy claro que es fundamental contar con espacios para compartir con nuestros cónyuges y nuestros hijos, somos conscientes de que necesitamos pasar con ellos momentos de calidad, significativos y constructivos. ¿Pero cómo lograrlo?

El verdadero ocio busca ante todo la satisfacción y el desarrollo personal. Por esto se relaciona con la acción de potenciar capacidades humanas; el ser humano en su totalidad.

El verdadero ocio busca ante todo la satisfacción y el desarrollo personal. Por esto se relaciona con la acción de potenciar capacidades humanas; el ser humano en su totalidad.

Por las exigencias del mundo actual se hace necesario, sobre todo para nosotros los padres, distribuir el tiempo libre con las personas que son más importantes en nuestra vida y quienes se verán más afectados o beneficiados si compartiéramos o no ese tiempo con ellos.

Si nos preocupamos por compartir el mayor tiempo con nuestros hijos, ellos se convierten de manera natural en personas equipadas con:

• Más confianza y una estima propia más alta
• Claro reconocimiento en su núcleo familiar
• Menos propensión a ser madres o padres prematuros o solteros

Los padres de adolescentes debemos saber que…

• Las experiencias de nuestros hijos adolescentes durante su tiempo libre tienen mucho que ver con la construcción de su identidad. Por eso en esta etapa de la vida, los muchachos prefieren las actividades de ocio que puedan desarrollar en grupo y que les permitan tomar distancia de los adultos.

Entre las opciones de actividades que los adolescentes prefieren realizar en su tiempo de ocio están las siguientes. Observa que muchas de ellas, si no todas, las puedes hacer con tu hijo o hija adolescente, si logran ponerse de acuerdo:

Viajar, uno de los mayores placeres para grandes y pequeños... Una experiencia de ocio increíblemente gratificante que deberíamos disfrutar por lo menos una vez al año con toda nuestra familia.

El hecho de que nuestros hijos estén pequeños no debe ser nunca un inconveniente para gozar de este placer. Por el contrario, solo tenemos que salir a descubrir las diversas posibilidades que nos ofrece la vida para compartir con nuestros pequeños y dejar atrás los temores, los prejuicios y las excusas.

Planificar un viaje en familia significa:

1. Escoger el destino y el medio de transporte desde el comienzo y con la debida anticipación. Debemos tomar en cuenta si el viaje será en temporada alta o baja, puesto que esto define los costos, la disponibilidad de hospedaje y de transporte, pero así mismo determinará si queremos estar en medio de un mar de turistas o pasarla en un lugar tranquilo y sin aglomeraciones.

Planificar un viaje en familia significa:

1. Escoger el destino y el medio de transporte desde el comienzo y con la debida anticipación. Debemos tomar en cuenta si el viaje será en temporada alta o baja, puesto que esto define los costos, la disponibilidad de hospedaje y de transporte, pero así mismo determinará si queremos estar en medio de un mar de turistas o pasarla en un lugar tranquilo y sin aglomeraciones.